Una leyenda viva del vallenato. Así es como mucho de los seguidores del maestro Alfredo Gutiérrez describen a este artista que con el paso del tiempo se ha convertido en un referente cultural en Colombia y el mundo.  

Con su acordeón y una voz intacta, el maestro fue coronado tres veces Rey Vallenato (1974, 1978 y 1986); ha llevado consigo tres Congos de Oro en el Carnaval de Barranquilla; fue dos veces Campeón Mundial de Acordeón, en Alemania y tuvo una nominación al Grammy Latino. 

Lleno de vida, y un carisma inigualable el maestro Alfredo llegó a las instalaciones de Zona Cero anunciando el lanzamiento de una nueva versión de ‘Majagual’, una canción de 1961 que lo llevaría a los más grandes escenarios “por intermedio de Calixto Ochoa y César Castro a don Antonio Fuentes, dueño de Disco Fuentes”. 

“Yo fui esa vez a acompañar, a tocar el acordeón a César Castro y a Calixto Ochoa. Pero grabamos el porro 'Majagual' y ‘La ombligona’, pero apenas salió ese Majagual, la gente comenzó a corearla”, dijo.

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Cuenta el maestro que esta nueva versión llega después de 60 años por iniciativa de su hija, Norys Gutiérrez con nuevas letras sin dejar de lado la esencia que lo caracteriza y que ha marcado su carrera. 

“Mi hija es mi mánager, quien maneja mi carrera y fue gracias a ella que decidimos sacar la nueva versión de 'Majagual'. Ella es editora de AG Records S.A.S, y está defendiendo los intereses de los demás juglares con las disqueras porque ni nos pagaban cuando no existían las redes sociales, cuando no era la época las redes”, dijo. 

Agregó que “'Majagual' dio origen para fundar 'Los corraleros de Majagual', que es la universidad de la música tropical en Colombia, por ahí pasaron los más grandes cantantes de música tropical”. 

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Homenaje a sus raíces sabaneras 

Según el maestro, para él es un “deber y compromiso” darle reconocimiento al porro, un ritmo que tiene una gran riqueza y que “fue el primero que la música colombiana conoció”.  

“El porro es un ritmo romántico, no como los reguetoneros y la música salchipapa que están sacando los artistas hoy en día que no logran pegar ni una canción para el futuro. Las buenas letras como la de ‘Los novios’ se han ido perdiendo”, señaló.  

Revivir ‘Majagual’ es para Alfredo estampar el sello innovador de su acordeón.  

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Un 2025 lleno de música 

Este juglar sigue demostrando que su pasión por la música no tiene límites, pues estará presente en la Feria de Cali.  

“En enero estaré en Monterrey, México llevando mi porro sabanero a grandes escenarios. También haré una gira por Estados Unidos entregando una gran experiencia a mi público”.  

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El rebelde del acordeón 

“Yo desde pelao siempre he sido rebelde”. Y es que fue en una edición del Festival de la Leyenda Vallenata donde el maestro Alfredo recibió este apodo por el periodista Pedro Juan Meléndez en 1969. 

“Yo me inscribo para participar la primera vez en el en el festival, en esa época todavía estaba un poco en pañales y se hacían las competencias preliminares en unos kioscos de palma ahí en la plaza Alfonso López y estaba yo, me tocaba tocar el ritmo de merengue y estaba tocando una canción mía pero la letra era muy machista, en ese entonces todo era más atrevido y de ahí viene el apodo”, explicó.

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Los Corraleros de Majagual 

Fundado en 1961 por Alfredo Gutiérrez, Calixto Ochoa y César Castro, Los Corraleros de Majagual se consolidaron como una de las agrupaciones más importantes de la música vallenata y tropical en Colombia. 

Con esta agrupación, el maestro hizo una revolución atrevida: involucró el bajo en el vallenato dándole según él “nueva vitalidad”.  

En 1974 grabó la canción ‘Dina Luz’ del maestro Rafael Escalona con Discos Fuentes. En 1965, Gutiérrez salió temporalmente de la agrupación y recibió propuestas para integrar su propio conjunto.  

Sin embargo, cuando a inició la agrupación, Aníbal Velásquez era la estrella del momento por lo que se rumoró que ‘Los Corraleros de Majagual’ se crearon con el fin de ser competencia para este juglar.  

“Aníbal Velásquez efectivamente estaba barriendo con los juglares de la época en el sentido de ventas de discos porque salió con sus guarachas, esos ritmos rápidos de digitación en el acordeón y a mí me gustó eso que hacía y traté al principio de invitarlo a tocar y también quería hacerme célebre con el vallenato y con la música tropical del corralero", señaló. 

“Yo era el único que tocaba la música de Aníbal Velásquez, me metía en unas cantinas ambulantes que se hacían en todos los pueblos donde hacían fiestas de corralejas debajo de los palcos les tocaba a los borrachos e improvisaba versos”, agregó.

Aunque para muchos el mejor momento que vivieron 'Los Corraleros de Majagual' se dio cuando tenía como cabeza a Alfredo. “Yo vivía en Sincelejo en la casa de Calixto Ochoa, un día llega un mensajero y dice señor Calixto, lo llama el señor Antonio Fuentes y fui acompañar a Calixto a Telecón a recibir la llamada ya que eran los años 60 y no había teléfono y ahí fue donde Antonio Fuentes le pregunta por un muchacho que tocaba en cantinas y es ahí cuando decide que haga parte de esta agrupación”.